jueves, 18 de septiembre de 2014

Nunca deshice las valijas del alma En conversación con la periodista y autora del libro Los Croatas de la Argentina (DV n°932, 1011, 1081), Carmen Verlichak, nos destaca que la obra tiene una presencia de venta de manera ininterrumpida, lo que ella considera como un long seller. ¿Por qué esa permanencia en el interés? Creo que hay varios factores para esto. En primer lugar, porque contesta algunas cuestiones muy importantes para los lectores, interrogantes que ellos arrastraron durante años. Por eso de los comentarios más corrientes que recibió la obra fue Gracias, porque los nuestros no nos contaron mucho y ahora no tengo a quién preguntarle. Ese comentario lo recibí cientos de veces. ¿Hay un panorama de todos los croatas que vinieron? En el libro traté de mostrar lo que fueron las migraciones económicas y las políticas. Hay mucha diferencia entre ellos y también muchas similitudes, pero en mayor o menor grado a todas se le puede atribuir esto de Nunca deshice las valijas del alma. También me esmeré, hasta donde pude equilibrar, mujeres y hombres en las historias. Por eso fueron tan importantes los registros hablados, porque sabemos que de las mujeres hay poquísimo en los libros. Siempre supe que no se puede vivir sin raíces pero lo que aprendí en estos 10 años es hasta qué punto esto es así. Vi que todos hacemos muchos sacrificios -en tiempo, dinero- por la identidad, por remoto que fuera el ancestro. Recogiendo los comentarios de los lectores -muchos de ellos los he conocido con el tiempo y a muchos los sigo tratando- pude asomarme a esa sed enorme. No es un tema de nostalgia sino de saber quién es uno, qué lo fue conformando como es. No bromeo del todo cuando digo que se podría escribir la posthistoria de este libro. También miembros de otras migraciones han disfrutado del libro porque -por ejemplo en el capítulo Angustias del Migrante- señalo vivencias que son comunes para las comunidades y en las que muchos se pueden identificar. Todos los días un descendiente de croatas por algun motivo se despierta y dice Yo soy croata y empieza a leer, escuchar, acercarse a algún centro croata, van a la misa croata aunque sea para escuchar el idioma, toman cursos y leen mis libros sobre el tema. Antes pensaba que eso sucedía después de un tiempo en la vida, después de los cuarenta… pero luego constaté que sucede a cualquier edad. Desde pequeños hasta muy mayores. Y esto no se colisiona en absoluto con el ser argentino. O peruano o chileno. ¿Por qué de los ocho bisabuelos que tienen en muchísimos casos eligen al bisabuelo croata para la identificación? No hay una respuesta sencilla Una reflexión más... Hay quienes dicen que por lo único que se preocupan estos croatas nuevos es por tener un pasaporte de la Unión Europea; yo sé que no es así. Lo vi en sus ojos, lo sentí en su entusiasmo. Es conmovedor.